
          Victoria Sandino Delegación de Paz FARC-EP
Las guerrilleras de las FARC-EP          reafirmamos nuestro          compromiso revolucionario, marxista, leninista,          latinoamericanista y          bolivariano por la Paz con Justicia Social para nuestro pueblo.        
Fuimos  empujadas          a esta guerra cruenta, violenta y dolorosa;
tuvimos el valor de acudir a las          armas para          defender a los desposeídos y a nosotras mismas. Seguimos          combatiendo          denodadamente en todos los escenarios posibles, buscando salidas          a la          confrontación sangrienta a la que la oligarquía nos ha sometido          por más de          medio siglo.
Ser guerrilleras significa tomar la          decisión de          luchar, de asumir la responsabilidad por nuestros actos, de          liberarnos de un          destino preestablecido, de esos roles definidos por una sociedad          injusta y          excluyente. Nuestro  ingreso a filas representa de por sí un          acto de          rebeldía y liberación; es hacer parte de un colectivo donde ser          hombre o mujer          está rebasado por la condición de combatientes revolucionarios          por un mundo          justo.
Sin duda alguna en las FARC-EP las          guerrilleras          encontramos un enorme caudal de posibilidades para reconocernos          como mujeres,          como luchadoras sociales, como sujetas políticas, como          combatientes contra todo          tipo de discriminación y explotación. 
A          hombres y mujeres nos compromete igual responsabilidad de sacar          adelante el          proyecto revolucionario, nuestro estatuto nos confiere los          mismos derechos y          deberes.  Los espacios y respeto ganados como combatientes, son          fruto de          las luchas de todas y todos,          cotidianamente,          para superar el machismo culturalmente arraigado en nuestras          filas.
Somos parte de la historia,          herederas de quienes          obtuvieron la primera independencia de nuestra nación; de          quienes lucharon por          conquistar derechos fundamentales como el sufragio entre otros;          de las primeras          guerrilleras que demostraron el mismo valor al empuñar un fusil          o dar la pelea          ideológica; ellas ganaron el derecho a ser llamadas          combatientes, comandantes,          camaradas. 
A lo largo de nuestra lucha, como          las demás          mujeres, hemos sido estigmatizadas y discriminadas por este          régimen. Contra          nuestra organización han lanzado una maligna campaña mediática,          apoyada por el          poder económico y político imperial, para desvirtuar nuestra          esencia          revolucionaria y humanista, para acallar las voces justicieras,          para maniatar          las acciones de quienes nos hemos alzado en rebeldía.
En innumerables y pérfidas          invenciones, las          guerrilleras somos presentadas como víctimas de nuestros          compañeros y de la          organización revolucionaria. El objetivo es claro: desmotivar la          vinculación de          la mujer colombiana al combate revolucionario.
Inspiradas  por          la convicción y el temple adquiridos a lo largo de estos años de          lucha,          convocamos a los colombianos, y en especial a las colombianas,          en su diversidad          étnica, cultural, social y sexual, en su sabiduría ancestral, a  trabajar en la           construcción de un futuro de justicia y paz para las          generaciones venideras.          Ello envuelve la necesidad de reconocer la importancia del          proceso que se          adelanta en La Habana, su apoyo decidido a los esfuerzos de          quienes apostamos          al fin de la guerra y a la edificación de un régimen          verdaderamente democrático          en nuestro país.
Hemos decidido visibilizar nuestra          lucha, reflejar          lo que somos, pensamos y vivimos. Aspiramos a rescatar las          pequeñas y grandes          historias de nuestras compañeras y compañeros de lucha, junto a          las de otras          mujeres revolucionarias, fuentes de permanente inspiración para          todas y todos. 
Queremos compartir con ustedes          nuestra visión,          nutrirnos de sus experiencias  y saberes, y así juntas, todas          las mujeres,          hombro a hombro con nuestros padres, hermanos, compañeros,          hijos, y guerreros          por la paz, construir ese mañana de esperanza y alegría para          nuestra patria.
Guerrilleras  y          guerrilleros opinaremos sobre la problemática de las mujeres          colombianas, las          luchas populares y las propuestas de las FARC-EP para la          construcción de una          sociedad más justa y equitativa, camino al socialismo. Como          dijera nuestra          inolvidable camarada y mártir Mariana Páez,          “Nuestra          alma femenina es capaz de vibrar en tonos muchísimo más agudos,          frente al          sufrimiento de nuestro pueblo”.
Lanzamos esta página web, farianas, puerta          abierta al mundo          guerrillero de las FARC-EP, con sus dolores y sus alegrías, en          su praxis          constructora de una sociedad mejor, exaltando sus vivencias          desde nuestra          perspectiva de mujeres que amamos a Colombia y creemos          firmemente en la          posibilidad real de alcanzar la Paz con Justicia Social.
Guerrilleras de las FARC-EP, 
Montañas de Colombia,
Octubre          de 2013 


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