CONVERSACIONES  CON          KEVIN SCOTT
ANTES            DE QUE            ME VAYA TENGO QUE VER UN TIGRE
Yo            disfruto mi tiempo aquí en la selva, es una pena que usted me            diga que no voy a            poder estar más aquí, ustedes realmente son gente buena, me            gustaría estarme            por más tiempo, pero si usted dice que lo mejor para mí es            irme, yo le creo.            ¿Usted vendrá a visitarme?
CONVERSACIONES  CON            KEVIN SCOTT
NOTA INTRODUCTORIA:
La parte sustancial de las sucesivas          conversaciones          con el ex soldado norteamericano Kevin Scott, pronto a ser          liberado, se          encuentran recopiladas en el siguiente documento, que damos a          conocer a          nuestros lectores por considerarlo de interés general.
El texto se elaboró con el contenido          de sus          respuestas, procurando ser lo más fieles posible a su versión.          Las grabaciones          de su voz existen. Es probable que el lector encuentre algunas          incoherencias,          las cuales preferimos a propósito conservar. Ellas tienen origen          en las          limitaciones del norteamericano para expresarse en el idioma          castellano. Al          traducir sus respuestas del inglés, evitamos al máximo forzar de          algún modo lo          que haya querido expresar.
Para nosotros está claro que se          trata de un hombre          que hizo suyos, por decirlo de algún modo, aquellos versos de          Vagabundear, la          canción de Juan Manuel Serrat: Harto ya de estar harto, ya me          cansé, de          preguntarle al mundo por qué y por qué. La rosa de los vientos          me ha de ayudar,          desde ahora vais a verme vagabundear. Kevin, después de haber          pertenecido al          cuerpo de Marines de los Estados Unidos y haber participado          activamente en la          guerra contra el pueblo Afgano, devino en el folclórico gringo,          mascador de          chicles y fumador de marihuana, que con un morral a la espalda,          bluyines y unos          cuantos dólares en el bolsillo, se lanza a conocer y recorrer el          mundo, con una          concepción muy particular sobre la vida. Nuestro encuentro con          él nos revela          parte de su historia, a la cual, con toda seguridad, podrá          añadir los días pasados          en la selva colombiana con nosotros.
No puede achacarse a nuestra          responsabilidad si no          ha podido irse antes. El gobierno de Juan Manuel Santos atravesó          cuanto          obstáculo pudo a la conformación de la comisión humanitaria que          lo recibiera.          Nadie puede desconocer lo que significa que un joven ex militar          de los Estados          Unidos, recién licenciado de Afganistán, en donde trabajó como          zapador al lado          de las fuerzas especiales, aparezca deambulando cualquier día en          medio de una          zona de vieja confrontación entre el Estado colombiano y las          FARC. ¿Un comando          de fuerzas especiales? ¿Un caza recompensas? ¿Un agente de la          CIA? ¿Un          mercenario o contratista?
Tal vez sea Kevin un gringo típico          de esos que a          veces nos trata de estereotipar Hollywood, bueno, ingenuo, noble          y despistado.          Probablemente su vida hubiera sido otra si hubiera contado con          la posibilidad          de acceder a la universidad al terminar su secundaria. Pero la          verdadera          naturaleza de su país de origen está produciendo en serie, seres          como él,          individuos destinados a desechos, una vez lo mejor de ellos ha          sido exprimido          para beneficio de unos cuantos potentados que se llaman a sí          mismos patria. Por          fortuna, aún vive, convertido en hombre de paz y libre. Otros no          cuentan con          tanta suerte, terminan masacrando compatriotas suyos en          cualquier calle con su          fusil de francotiradores.
Seguimos a la espera de que el          presidente autorice          los necesarios protocoles de seguridad y de vía libre a la          comisión humanitaria          que vaya a recogerlo.
Mientras tanto, dejemos que sea él          quien tome la          palabra en adelante.
 
MI            VIDA EN            AFGANISTÁN:
Mi unidad empieza la misión en          Afganistán.          Empezamos con un total de 38 personas en mi pelotón, y la          compañía a que          pertenecíamos era de 170, y estábamos desplegados en un          batallón. Personalmente          pienso que no estaba entrenado lo suficiente para estar allí y          terminé en Agosto          del 2010. Salí rápidamente para Alemania y tres meses después          regresé a          Afganistán, en noviembre de 2010.
Tenía 24 años. En Afganistán,          primero, yo no sabía          exactamente lo que estaba haciendo en la guerra, estuve en una          unidad de          Lombat, sin mujeres, durante 12 meses, desde noviembre del 2010          hasta noviembre          de 2011. La mayoría de la gente con la que yo trabajé en          Afganistán, sentía que          estaban allí en el ejército únicamente para ganar dinero y no          realmente para          hacer un trabajo como tal. Yo empecé a trabajar para proteger          los vehículos de          los minados, y todos los equipos eran nuevos para mí y tenía que          aprender a          usarlos. Fueron muchas las misiones que cumplí con los equipos          para detectar          minas y bombas. Los primeros meses, donde yo estaba, estábamos          quietos, porque          hacia demasiado frío y no hubo contacto ni con bombas ni con el          enemigo desde          noviembre hasta mediados de febrero. Esa parte del despliegue          era muy aburrida,          en los vehículos no hacia ni una pisca de calor, algunos días          estábamos por          debajo de los 0 grados. 
Los Talibanes nos empezaron a          hostigar a mediados          de febrero, principalmente en las ciudades Baraki, Barak y          Charkh, zonas          afganas de bastante peligro. Desde ese tiempo hasta ahora,          íbamos y teníamos          contacto casi todos los días. La mayor parte de las misiones en          esas zonas          peligrosas eran muy largas y pasábamos 24 horas viajando sin          dormir nada,          buscando bombas. La misión más larga que cumplimos duró 4 días,          pasamos 96          horas sin dormir. Yo, como  soldado, tenía que seguir los          órdenes e ir a cualquier          lugar que me ordenaran.
Mi arma personal allá en Afganistán          era una          carabina M-45.56, arma semiautomática con mira de punto rojo CCO          (M86). Tenía          13 proveedores de 28 cartuchos, un total de 364 cartuchos. Las          armas en los          vehículos eran ametralladoras 7.62 240B, conocidas como M2.          Principalmente          nuestra munición en los proveedores eran perforantes          incendiarias o API (Armed          Piercing Incendiary).
Caímos en una primera explosión al          terminar          febrero, aproximadamente a un kilómetro de Charkh. Allí salió          lesionado el          chofer del primer vehículo y mucha gente quedamos aturdidos por          la bomba,          perdimos el detector de minas, el detonador y el vehículo. Esta          era la primera          explosión contra nuestro despliegue, me separaban solo dos          vehículos, era          demasiado grande, como de unos 100 Kilos.
En Afganistán, la mayoría de las          veces, el enemigo          aprovechaba usando bombas para comprometernos físicamente y no          en una lucha con          armas de fuego, ya que nosotros estábamos bien armados y          entrenados para          disparar. El 22 de marzo de 2011 fue un día difícil para todos          nosotros.          Después de una misión en Charkh, nos lanzaron un rocket contra          nuestro primer          vehículo. Un pasajero y el chofer del vehículo perdieron la          cabeza, ambos          murieron al instante. El artillero de ese vehículo quedó          perplejo y cubierto en          sangre, por lo cual no quería comprometerse en las siguientes          misiones por lo          riesgoso que era para todos. Aquel día perdí a dos amigos y          nuestro pelotón          tomó dos semanas de receso después de eso, y servicios fúnebres.
A principios de abril regresamos a          otra misión en          la misma área. El 6 de abril de 2011, antes de que viajáramos de          retorno a          Charkh, nos intentaron hacer lo mismo que lo del 22 de Marzo,          pero por fortuna          no lo consiguieron. En el despliegue de ese día yo iba manejando          el último          vehículo y mi artillero era la persona de la primera explosión.          Sucedió          alrededor de Barak. Ellos dispararon un cohete RPG-7 a mi          vehículo, entonces yo          paré de inmediato y vi con un visor al que nos estaba          disparando. Le ordené a          mi artillero que disparara desde adelante del carro, nos quedaba          a unos 300          metros delante de nosotros. Las calibre 50 mataron al tipo del          rocket y          destruyeron toda la casa desde donde nosotros estábamos          recibiendo fuego de          AK-47.
Ese día estuvimos comprometidos con          el enemigo y de          igual manera le devolvimos el fuego. Nosotros nunca disparamos          primero, por las          reglas del combate, y la necesidad de identificar positivamente          al enemigo que          nos está disparando. Entonces, básicamente, siempre los          Talibanes nos disparan          primero con Ak-47 o rockets, para hacernos echar hacia delante y          caer en los          minados.
Nosotros buscábamos en las          alcantarillas,          carreteras pavimentadas y destapadas, los alambres, componentes          de bombas,          dispositivos de activación y personas que colocan las bombas y          hacen los huecos          para las mismas. La mayoría de las bombas son imposibles de          encontrar y          algunas,  yo creo, estaban allí desde la guerra anterior con          Rusia. La          mayoría de las personas del Talibán saben dónde pusieron ellos          las bombas más          grandes.
Después de la misión nosotros          intentamos relajarnos          y disfrutar del poco tiempo libre que nos quedaba. Una vez          conocí una muchacha,          que era bonita y trabajaba en Afganistán, en las cocinas de          Macedonia. Su          nombre era Sonia, de vez en cuando la pasaba con ella, era la          jefa de la          cocina, es una triste historia. 
A finales de julio ella fue violada          y asesinada por          dos trabajadores de Macedonia. Le pegaron con un martillo en la          parte de atrás          de la cabeza, porque su marido los estaba estafando. Esto iba          contra su religión          musulmana, de donde era ella. Esto pasó mientras yo estaba en          una misión y los          amigos de ella me acusaron de haber hecho eso porque yo hablaba          con ella. Todos          querían tener sexo con ella, pero yo no sabía que ella quería          algo conmigo. Yo          nunca tuve sexo con ella.
De cualquier manera, desde abril          hasta finales de          julio fue difícil, y no recuerdo mucho porque nosotros viajamos          a nuevos          lugares, al otro lado incluso, hasta la capital de Afganistán.          Kabul es una          ciudad vieja, la gente desecha las cajas y basuras por todas          partes, lo que no          usan lo botan a las calles. La mayoría de las cajas estaban           vacías. Nunca          tuvimos contactos en Kabul, la mayoría de las veces estaba          quieto y perdiendo          tiempo. Afortunadamente nunca me pasó nada y pude seguir casi          todas las misiones          que nosotros teníamos.
De las 38 personas que éramos, más          de la mitad de          ellos sufrieron con las explosiones de las bombas, contusiones,          piernas rotas,          espina dorsal o heridas. Sólo dos de los 38 murieron en marzo.          El 8 de agosto          de 2011 viaje a Estados Unidos por 14 días de vacaciones,          después de 8 meses de          nada más que  trabajo, heridas, mentalmente agotado, frustrado y          fatigado.          El 8 de agosto del 2011 disfrutaba no estar en Afganistán          todavía.
Es el mismo día que a mi sargento          del Pelotón, SFC          Taylor, un hombre pequeño y negro, le pegaron con un 83 mm en la          cara,          rasgándosela, y también al chofer, quemándole las manos y los          huesos con          quemaduras de tercer grado. Se suponía que yo debería estar          manejando ese día y          no estar en vacaciones. Difícil, porque se suponía que yo          debería ser el          responsable allí. Mis manos deberían estar quemadas ahora, pero          tuve suerte.          Nadie me lo dijo, hasta que volví a Afganistán, después de los          14 días de          vacaciones en los Estado Unidos. Al día siguiente de mi llegada          continué con          las misiones.
En Mayo de 2011 Osama fue muerto por          un grupo          compuesto por Fuerzas Especiales que operaban en la FOB Shank.          Yo iba siempre          delante de sus despliegues y no conocíamos mucho sobre sus          misiones, pero supe          que se trataba de una operación secreta del cuerpo sexto de los          Navy Seals, un          grupo especial que estaba siempre dentro de nuestra unidad, con          accesos          restringidos, y separados por grandes cercos. Nosotros estábamos          a 50 km de la          frontera con Pakistán, un  terreno difícil y de muchas montañas          al este de          nosotros.
Raramente operábamos allí porque el          terreno era          demasiado peligroso.
Después, ese mes, me parece que          todos los del          equipo 6 de los Navy Seals murieron en Wardak, en un helicóptero          Chinook, por          un ataque de rocket lanzado por los Talibanes. Yo pienso que el          trabajo          prioritario fue de nuestro ejército, valía la pena el dinero por          la muerte o          captura de Osama Ben Laden. La Armada recibió el dinero en lugar          de las Fuerzas          Especiales del Ejército.
Desde Agosto a noviembre, en          Afganistán, estuve          algunas veces comprometido, una vez fueron 8 horas con mi arma          cerca de los FOB          Shank, a 25 kilómetros de una carretera destapada. Nadie murió          allí.          Principalmente los Talibanes nos atacaban con cohetes y AK -47 y          nosotros con          calibres 50 ametralladoras M4 y granadas de 40 mm. El enemigo          nos estaba          esperando de 50 hasta 600 metros, esto era muy peligroso. Mi          última misión en          las montañas duró 3 días.  Esa puta misión era para apoyar otra          unidad          Fantasma FOB, no se supo cómo hicieron el trabajo,  ya que no          tenían mucho          entrenamiento en este tipo de operaciones. Nos tomó unas 15          horas para llegar          allí hasta donde estaba la unidad Fantasma FOB.   
Después hicimos un paso por montañas          de unos 2000 y          3000 metros. Los dos primeros vehículos volaron hiriendo los dos          choferes y el          tipo del EODL cayó con nosotros en un hueco rompiéndose una          muñeca. Nosotros          pedimos apoyo por el radio a la unidad Fantasma para recuperar          los dos carros,          tuvimos que ir hacia la unidad Fantasma en un solo carro. Cuando          llegamos donde          ellos, se encontraban asustados. Nos dijeron que no podían          recuperar ningún          carro pero que lo iban a intentar. Tras 48 horas en la misión          nos devolvemos y          pasamos la montaña. Nuestro Wrecker (carro para recuperar otros          vehículos)          quedó averiado en la montaña.
A mediados de Octubre empezó a          nevar. Después          regresamos al FOB Shank, sin ningún apoyo, fueron 9 horas          manejando y sin          dormir. Nosotros fuimos por combustible para regresarnos, esta          misión le          correspondía a otra unidad.
Después nosotros guardamos los          equipos y las armas          para regresar a Alemania en Noviembre. En Afganistán había mucho          trabajo          reparando carros, armas y realmente también el resto de equipos.
La mayoría de nuestros vehículos          constantemente          explotaban las minas y recibían fuego de mortero. Claro que          pocas veces hubo          heridos y muertos. Después de las misiones intentábamos dormir.          La          responsabilidad de todo el personal y las misiones recaían en          nosotros.
Yo siempre quise disparar el rocket          antitanque,          pero nunca tuve la oportunidad, porque nuestro puto teniente          tenía que darnos          la orden para dispararlo. Me disgustaba por  momentos, pero a mi          comandante le gustaba yo más como chofer, y además porque era          bueno con el          radio de comunicaciones. No sé, pero a ratos pienso que          disfrutaba estar en Afganistán,          buscando bombas, a pesar de lo peligroso que era. Además que          nunca había          entrado en combate directo.
En abril y mayo de 2011 me desempeñé          como          artillero, estuve en unos cuatro combates como artillero del          calibre 50 y el          2408. Es muy difícil ver la candelacuando nos disparan a unos          300 a 900 metros.          Yo principalmente hice fuego de apoyo, como artillero, y pienso          que nunca maté          a alguien. No tuve que pedir apoyo a los helicópteros de          ametralladoras calibre          30 o a los bombarderos, solo unas cinco o seis veces  realizaron          este          despliegue. La mayoría de las bombas que encontramos las hicimos          explotar en el          lugar con C4 o granadas incendiarias. Esto documentaba la          dimensión de la          resistencia en el área específica. Las que no encontrábamos nos          herían o destruían          los carros cuando las pisaban.
Usted podría decir que mi unidad era          como           cebo de tiburón para el enemigo por la forma como nos trataba el          ejército.          Hicimos misiones nocturnas usando visión nocturna mientras          caminábamos y          manejábamos. Manejar con visión nocturna es como un dolor de          estómago, la          visibilidad es muy limitada, el calor emborracha y produce ganas          de vomitar. En          365 días hicimos unas  260 a 270 misiones aproximadamente. Esto          quedó          consignado. Pelotón 1 St pelotón 541 Compañía de zapadores RCP          38.
Yo doy  testimonio de la cantidad de          gente que          muere en Afganistán. Principalmente,  los Talibanes  disparan          indiscriminadamente, matando civiles inocentes, mientras que          nosotros sí          identificamos los objetivos enemigos. Para la gente inocente          esto es realmente          una pesadilla.   
Sí, un Talibán puede matar          colombianos, o muchos          americanos, o alguien más. Ellos no diferencian ni a los          afganos, los afganos          muertos son extremistas. Como me dijo un amigo, yo espero que          usted no está          planeando trabajar en Afganistán, allá es peligroso, mucho más          peligroso que          Irak.    
 
VIDA            EN EL            EJÉRCITO DE LOS ESTADOS UNIDOS
Mi vida en el ejército fue difícil.          Yo ingresé una          noche, después de que terminé la secundaria, en agosto de 2009.          El 23 empecé el          entrenamiento. Dos semanas de entrenamiento en Missouri.Hacía          mucho frio y eran          muchos ejercicios físicos. No me podía estirar y me jodí a la          altura de la          ingle. Seguí entrenando por siete días más, hasta que ya no pude          caminar más,          tuve que andar seis meses en muletas y bajo vigilancia. Las          nuevas unidades          continuaron entrenando. Me encontraba deprimido, saber que no          podía continuar          el entrenamiento.       
Finalmente me sané y acabé el          entrenamiento en          agosto de 2010, después de 9 meses en Missouri. En medio del          invierno, bajo 30          grados, con nieves y ventiscas, y en verano, cuando yo continúe          el          entrenamiento, eran demasiados los gritos del sargento          directamente en las          orejas, diciéndole a uno qué tiene que hacer, ejercicio físico,          empujones,          correr, marchar y memorizar las órdenes. Tiene  uno que ser          capaz de          soportar mucho peso a la espalda mientras realiza sus cosas y          tareas durante el          día. La tercera semana se entrena disparando con las armas,          calificando la          exactitud. Carabina M4 5.56, fusil M16 5.56, ametralladora          automática          7,62  240B, ametralladora automática 5.56 M249, lanzagranadas          automático          de 40 mm MK 19, ametralladora automática calibre 50, y como          armar las Claymores          y disparar rockets de 80 mm AT4, no recuerdo más.
Después tres semanas de          entrenamiento, con armas y          prácticas de marcha por el bosque, con arma y equipos pesados de          20 Kg,          municiones y placas pesadas, con mal tiempo y temperaturas          extremas, trabajando          en equipo en misiones de entrenamiento. Durante el entrenamiento          tiene que          levantarse a las 4 de la mañana y afeitarse la cara todos los          días, después          ejercicio en grupo durante una o dos horas.Después nos daban 5          minutos para          desayunar, mientras el sargento nos acosaba para comernos el          desayuno. Después          se entrenaba cualquier cosa durante el día (cámara de gases,          clases de armas          etc.), el almuerzo también en 5 minutos, gritándole a uno en el          oído “rápido          flojos”. En los cuarteles solo se reciben llamadas o correos si          su familia          decide escribir o llamar, los míos no lo hacían a menudo. Para          bañarnos          teníamos una hora para todo el personal, de 9 a 10 de la noche.          Después          dormíamos máximo siete horas para repetir lo mismo el siguiente          día. Yo pasé          por esto 9 meses, 6 meses de eso en las muletas, adolorido, por          la fractura de          la pelvis.
Después de las 7 primeras semanas de          entrenamiento          vienen 2 semanas de especialidad. Yo escogí explosivos          (ingeniero de combate).          Explosivos 12 B, explosivos C4, dinamita, cordón detonante,          claymores, TNT,          etc.  Después de la teoría con los explosivos vienen las          prácticas,          detonando las cargas con seguridad y a distancia. Hay que buscar          e identificar          minas enterradas, similares a los explosivos que se usan en          Afganistán. En el          ejército raramente se combate como se da en las prácticas, y en          especial en mi          trabajo. Aprendí a pelear antes de ingresar al ejército, y no me          gustó el          programa combativo del ejército, que se enfocaba en combate de          sometimiento,          mientras que yo me enfoqué en luchar para ganar, pegándole a la          gente en la          jeta, o rompiéndoles los huesos. Después, en el ejército, nos          enseñaron cómo          estrangular a alguien.
Después de entrenar, me enviaron a          mi unidad en          Bamberg, Alemania, como un E-2 privado. Yo ingresé en octubre,          como un E-1 y          E-3 PFC después de que mi unidad se desplegó a Afganistán.          Nosotros realizamos          un pequeño entrenamiento por lo menos antes de desplegarnos. Yo          hice tres meses          de monte y desmonte de Connexes, como un E2 de bajo rango. Yo          hice una          especialidad en E-4. En Julio de 2011 fui promovido por mi          teniente (0-6) LTC          para mi duro trabajo especializado en Afganistán. Los primeros          seis meses quise          renunciar. Perdí mi especialidad E-4 en diciembre del 2012. Hice          un ensayo de          prueba criminal con nuestro nuevo LTC Austin, después en          hospital mental           y otra vez un E2 de bajo rango.
Yo estuve a punto de hacerme          sargento  E-5,          pero tuve una crisis mental y deserté del ejército  después del          aborto de          Antonia, por dos meses, a finales de agosto de 2012. Fui a          Rumania, Bulgaria,          Grecia mientras que intentaban arrestarme y meterme a la cárcel          por deserción.          Cancelaron mi pasaporte en el Ejército de Grecia e Interpol          estaba buscándome.          Yo tenía una garantía federal en el ejército por si lo          abandonaba. Me metí a la          embajada de Grecia para regresar a Pamberg, Alemania. Después          estuve en el hospital          mental de Land Stul y regresé a Estados Unidos. No más.
Una vez llegué a mi unidad en          Alemania todavía era          estricto y similar el entrenamiento. Perdí mi trabajo y estaba          un poco          escéptico. Estuve realmente haciendo inventario y limpiando          armas. En mi tiempo          libre, durante la semana, me gustaba mirar mucho porno, hacia          sexo con la mano          y dibujaba. En los fines de semana me gustaba  ir a fiesta,          tomar, tener          sexo con chicas calientes, uh, mucho sexo, hacía mierda la          plata. Como un E2          privado hacía unos 700 dólares en dos semanas en Alemania, y los          fines de          semana me gastaba de 350 a 400 dólares, realmente es una          pena.   
En Afganistán, de noviembre de 2010          a noviembre de          2011. Después de Afganistán nuestra unidad tomo treinta días de          vacaciones,          eran las primeras reales vacaciones en dos años de estar en el          ejército. Yo          estuve en Islandia, Noruega, Suecia, Finlandia, Rumania y          regresé nuevamente a          Alemania. Después de las vacaciones nos presentamos para          trabajar todos los          días los medios días. El trabajo era demasiado duro durante los          tres primeros          meses del despliegue.
Entonces empezamos a entrenar          formaciones de nuevo,          en unidades y escuadras (1-5 personas).   Estaba marchando          principalmente en el bosque,  buscando imitaciones de  bombas,          simulacros de reacción, practicar haciendo brechas, limpiando          las casas, como          asegurar y limpiar una habitación de personal enemigo o          explosivos en grupos de          uno a cuatro hombres.
En julio, Antonia me dijo que estaba          embarazada y          que estaría fuera de la escuela. Yo estaba trabajando  en el          ejército, en          Alemania, ella estaba lejos, en Rumania, a 800 millas. Yo le di          plata           para el aborto. Después ella me dijo que no quería estar con          nadie, por el          accidente del embarazo. Ella casi se muere en la operación y no          podía darse el          lujo de quedarse en el hospital. Intenté sacar un préstamo en el          banco pero me          lo negaron, me enfadé y saque todo el dinero que me quedaba en          el banco y saqué          prestado el resto a mis amigos, para que ella pudiera quedarse          en el hospital          en Rumania.
Quedé arruinado en Alemania, quería          conseguir plata          para devolverme para Rumania para estar seguro que todo estaba          bien. Tuve una          crisis mental, con alucinaciones, e intente matarme varias veces          en Rumania.          Estuve herido en Grecia por un mes, como fugitivo, sin plata,          con problemas          mentales y alucinaciones. Ahora Antonia es incapaz de tener un          hijo, por las          complicaciones durante la cirugía, eso me deprimía. Yo quise          apoyarla y estar          con ella, pero el problema era que ella no quería estar con          ningún hombre, ahora           solo quería hablar con chicas. Sigo sin hablar con ella,          realmente sigo sin          poder hablar con ella después de todo lo que pasó. A finales de          octubre de 2012          regresé a Alemania como prisionero del gobierno gringo y fui          enviado al          hospital.
El hospital era grande, con muchas          mujeres bonitas.          Me dieron toda clase de píldoras y medicaciones. Dos eran para          la esquizofrenia          y alucinaciones, otra para las pesadillas, otra para el insomnio          y para el          problema del tiro en la parte de atrás de mi cabeza y los          esteroides. Duré un          tiempo sin saber de dónde era, ni dónde había estado. Me tomó un          tiempo volver          a aprender a hacer las cosas simples y ser capaz de leer y          escribir nuevamente.          Me estimularon gustándome la gente. En las terapias hablaba del          día para poder          recobrar la memoria.
En Diciembre del 2012, después de          salir del          hospital, regresé a mi unidad, allí me hicieron sentar y no hice          nada en todo          el día. Pasé la navidad en mi cuarto, mirando fijamente a la          pared y sin hablar          con nadie. Me castigaron degradándome de especialista E-4 a          especialista          privado E-2, y 45 días extras sin ninguna paga, mientras recibía          las          medicaciones para mi problema. Además de que seguía teniendo          pesadillas, el          trabajo extra era ir a trabajar de 6 a 6, mientras me miraban          sentado sin hacer          nada. Después me castigaban limpiando pisos, baños, recogiendo          basura de las 6          hasta media noche. Los fines de semana el castigo era de las 9          del día hasta          media noche limpiando barracas y dormitorios.
Después de los 45 días quedé libre          de castigo, en          febrero del 2013, pero con todos mis problemas fuera del          hospital y con un          balazo en la cabeza. En marzo la paga fue patearme sacándome del          ejército,  dizque por un delito grave. Se suponía que debía          estar fuera          para el 15 de Marzo del 2013, pero solo fue hasta el 22. Pagué          como 100 dólares          para continuar la escuela después del ejército e ir a la          universidad. Sin          asistencia para la universidad ellos me ayudarían, fue una de          las razones por          las que me metí al ejército, en primer lugar quería continuar mi          educación,          después ellos me llevaron lejos, ¿no piensa lo enfadado que          estoy por          eso?  
          ¿Por qué habría de ir a la  guerra, a perder a mis amigos sin          ninguna          razón? Me dijeron también que podía apelar por los cargos          impuestos, pero a          ellos no les importa mi futuro, lo único que les importa es la          plata. Seguro          que solo les importa es la plata. El daño está hecho, usted sabe          lo que          significa.
Yo disfruto mi tiempo aquí en la          selva, es una pena          que usted me diga que  no voy a poder estar más aquí, ustedes          realmente          son gente buena, me gustaría estarme por más tiempo, pero si          usted dice que lo          mejor para míes irme, yo le creo. ¿Usted vendrá a visitarme?          Nosotros          vamos  a fiestas y tenemos buenos ratos.   
Cuéntame qué sabe del futuro.  Yo sé          que usted          tiene tiempo de viajar por una nave espacial. ¿Está escondiendo          este extranjero          de mí? ¿Dónde está el extranjero que esconde? Muéstrame dónde          está el          extranjero.
Mi historieta, ¿dónde está el          extranjero?           Colombia no es mi guerra, y no estoy involucrado.Esto es para          usted y su          pueblo, podría alegremente ayudarle, pero no con armas, usted me          ha tratado con          amabilidad. Yo no hago eso, cuando yo dejé el ejército de          Estados Unidos era          muy peligroso y difícil, espero que usted entienda que no estoy          interesado en          matar gente, pero sí en salvar vidas, eso me interesa mucho, la          gente puede          vivir feliz viviendo sin violencia. Aquí en la selva estoy          rodeado de vida,          animales y eso me hace feliz.  
          No estoy seguro lo que ustedes vayan a ganar por la guerra en          Colombia, pero sé          que en Afganistán nadie va a ganar, solo son victorias de          muerte. Primero Rusia          por 20 años, y ahora USA por 15 años aproximadamente, sin ningún          progreso a la          vista. Les damos ayuda para las escuelas, y comida y otras          cosas, pero los          Talibanes las destruyen, incluso mientras nosotros, la mayoría          de nosotros          quienes peleamos en la guerra les respetamos la religión y sus          creencias, y lo          que nos dan es disparar a las iglesias, hospitales o escuelas,          ellos lo hacen          contra nosotros. Espero que algún día la guerra termine para ese          pueblo.
Compré un boleto de avión para          Barranquilla ya que          era 100 dólares más barato que un vuelo directo a Bogotá,          Colombia.No me gustó          realmente Panamá, era demasiado caro.Llegué al aeropuerto,          recogí mi maleta,          tome un taxi para el hotel Lido o Lino, no me recuerdo como se          deletrea, pero          quedaba en el centro turístico. Estuve en la catedral, museo del          oro, el museo          nacional, paré en el planetario, mucha historia y muy bueno.          ¿Por qué no? Hay          siempre una guerra en cualquier lugar. En México está la guerra          del cartel, y          en Grecia, cuando estaba huyendo, estaba en una protesta contra          el gobierno por          la guerra allá. Justamente porque una guerra o un conflicto          armado en marcha,          no va a detenerme de disfrutar las vacaciones. ¿Qué diferencia          hay de ser          capturado e ir a la cárcel?
Las  personas que trabajan en el          hotel donde          me quedé me dijeron que probablemente no debía ir a Inírida y al          Parque          nacional Puinwai, que era peligroso, realmente quería ir y me          fui. Yo solo          viajé con una maleta negra, para todo mi viaje, de USA a México,          de México a          Panamá, de ahí a Colombia, la maleta es la misma que usted          cogió. 
          Desde el aeropuerto de Panamá es aproximadamente 400 dólares.  
Yo viajé de  EE.UU. a México con          1.911.87          dólares y los gasté por el camino. El auto bus de USA al sur de          México cuesta          aproximadamente unos 2.87 dólares, hoteles en México y autobuses          en Honduras.          Los hoteles en Honduras para una semana, comida y cerveza y          algunas ciudades en          Honduras, yo realmente disfruté Honduras, se la recomiendo. Fui          a San pedro,          Copan, Ceiba, San Juan, Tegucigalpa y otros lugares muy bonitos.          Después a          Nicaragua, en auto bus, el clima era fresco. Conocí un tipo que          robó una          aerolínea en pleno día en Managua, y él me dio buena marihuana          para vender en          la capital. Era jefe de una banda en ciudad de México. De Costa          Rica a          Panamá,  en autobus y de ahí a Colombia. Realmente me gusto fue          aquí. 
Antes de que me vaya tengo que ver          un tigre, es          listo y adorable.
Sin embargo, el Florín me debe 4.500          euros desde          hace un año. Se los presté cuando su negocio no iba muy bien, se          los pediré          para viajar a Rumania. Es barato, pienso viajar a España y          después en tren a          Rumania. No estoy seguro, pero buscaré la forma más barata de          poder          viajar.   
No tengo planeado un viaje de          regreso. Yo viajo          solo y no tengo trabajo, no hago plan de viajar, pero si lo hago          iré a Rumania,          a trabajar con el papá de Antonia.
KEVIN            SCOTT
Fin

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