Cumbre   Antiimperialista:
Los   30 días que indignaron al   mundo
periodista
ALAI   AMLATINA,   06/08/2013.- 
El   2 de agosto se cerró un capítulo político trascendental para la historia de los   pueblos que luchan por un mundo basado en valores de solidaridad, justicia e   integración. Cochabamba, en el corazón de Bolivia, fue el escenario de una   inédita Cumbre de corte antiimperialista y anticolonial   que reunió, en solidaridad con el presidente Evo Morales Ayma, a 1.200   representantes de un centenar de organizaciones sociales y políticas de 18   países de América Latina y Europa. Exactamente un mes antes el mandatario   boliviano había sido secuestrado en pleno vuelo por "sirvientes" de la Casa   Blanca.
El   periodista y activista estadounidense John Reed escribió una obra ineludible   para entender uno de los acontecimientos más trascendentes de las historia de la   humanidad. Publicado en 1919 los "Diez días que estremecieron el mundo" narran   las tempestades e historias que llevaron al triunfo de la Revolución Bolchevique   de octubre de 1917, en Rusia. Casi cien años después, parafraseando el título de   ese libro, asistimos a los "30 días que indignaron al mundo". Entre el 2 de   julio y el de 2 agosto el mundo fue testigo de una de las más obscenas maniobras   del imperialismo y la contundente respuesta de las naciones latinoamericanas, a   través de sus pueblos y gobiernos.
Repasemos:   el 2 de julio Francia, Italia, Portugal y España cerraron su espacio aéreo de   manera intempestiva al avión del Estado Plurinacional de Bolivia en el que   regresaba el Presidente Evo Morales Ayma de la Federación Rusa luego de firmar   acuerdos energéticos. El motivo: decían que tenían información precisa de que en   él viajaba el ex agente de la CIA, Edward Snowden, que hace semanas desenmascaró   el monumental sistema de vigilancia ilegal que los Estados Unidos ejercía a   millones de ciudadanos y gobiernos en todo el mundo, incluido sus aliados. A   partir de ahí se sucedieron 30 días en los que la figura de Morales se erigió   como un icono antiimperialista mundial, al tiempo que los Estados Unidos se   sumió en un silencio sepulcral.
El 2 de agosto, un acto en las calles de   la ciudad de Cochabamba ofició como cierre de estos 30 días que indignaron al   mundo. La multitud alzó su voz antiimperialista y anticolonial. Entre los   manifestantes se escucharon testimonios coincidentes: "Es la época de los   pueblos y esta es una avalancha que no va a tener fin hasta que el Imperio   caiga" o "Los tiempos del imperialismo han terminado, los tiempos del cambio han   llegado y aquí estamos todos unidos, Latinoamérica está unida", hasta un "Los   gringos que estén nomás entre gringos; nos les tememos".
  
Evo Morales Ayma
Evo   Morales se dirigió a la multitud que abarrotó cuadras y cuadras, hasta superar   las 100 mil personas. Se refirió a la necesidad de construir un movimiento   mundial. "No estamos planteando construir un instrumento político para el mundo,   antiimperialista, por la soberanía, y para la liberación de los pueblos",   afirmó.
Y   agregó: "Tenemos que aliarnos, tenemos que unirnos los movimientos sociales,   partidos políticos y gobiernos antiimperialistas de la América Latina y el   Caribe con los europeos para liberarnos del imperialismo norteamericano, por eso   el 2 de agosto, para mí, es el Día del Antiimperialismo, del anticolonialismo, a   esa conclusión llego, seguimos marcando historia, seguimos haciendo historia,   historias con victorias y victorias contra el imperio".
Evo,   referente antiimperialista mundial. 
Detrás   del escenario, un inmenso telón con la figura de los presidentes progresistas de   América Latina. Una frase del mandatario del Ecuador, Rafael Correa, acompañaba   esa foto de los mandatarios parados uno al lado del otro: "Si es con Evo es con   nosotr@s". Así fue el espíritu de unidad monolítica de la   Cumbre.
La   Cumbre, que se realizó entre el 31 de julio y 2 de agosto, dio un fuerte   respaldo a Bolivia y su Presidente por la negativa al sobrevuelo por varias de   esas naciones y responsabilizó a los Estados Unidos por esta acción. Asimismo,   hubo un contundente respaldó a los procesos de cambio que desde hace 15 años   avanzan en la región. Sin duda, y como lo manifestaron la mayoría de los   presentes y autoridades del gobierno boliviano, Evo Morales se convirtió en el   referente del antiimperialismo a nivel mundial.
Dijo el vicepresidente   Álvaro García Linera en la inauguración del evento: "Los imperialistas, los   colonialistas y los capitalistas no nos han hecho retroceder. Evo sigue de pié,   Bolivia sigue junto a Evo porque un ataque a Evo es una ataque a toda América   latina".
García Linera también convocó a "soñar con un mundo distinto, por una sociedad que no sea capitalista, colonialista, imperialista".
Como   afirmó el diputado chileno, Hugo Gutiérrez: "Aquí es necesario construir en   América Latina un Estado Plurinacional, un continente plurinacional, un   continente que incluya a todos y todas".
En   ese sentido, es que la Cumbre planteó la necesidad de seguir fortaleciendo a los   organismos supranacionales de integración (Celac, Unasur, Mercosur), al tiempo   que advirtió sobre el peligro de la recientemente creada Alianza del Pacífico,   impulsada desde Washington y que pretende reeditar la fracasada Área de Libre   Comercio de las Américas (ALCA).
También   se exigió el retiro de las bases militares que EE.UU. mantiene en Colombia y   Cuba. Se destacó el rol digno de Ecuador que no permitió que la base en Manta   continuara en ese país, con ese ejemplo se pidió a los países que en sus   constituciones políticas expliciten la imposibilidad de que Estados Unidos   puedan instalar bases militares. A viva voz los participantes reclamaron el   retiro de las siete bases en Colombia, y la que persiste en   Guantánamo.
En esa línea se demandaron acciones contundentes para impedir   que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se instale en la   región a través de Colombia.
Uno   de los cantos más escuchados durante el encuentro fue el de "Mar para Bolivia,   Malvinas Argentinas". Los concurrentes no cesaron en reclamar el derecho   soberano a una salida al mar para Bolivia, el cual fue arrebatado por Chile   durante la Guerra del Pacífico (1879-1883), y la devolución de las Islas   Malvinas por parte de Gran Bretaña. Que la isla de Puerto Rico deje de ser un   estado anexionado a los Estados Unidos y acceda a su independencia fue otro de   los pedidos.
La   solidaridad también se hizo presente en la Cumbre Antiimperialista con la   exigencia de que se termine el bloqueo que EE.UU. impone a Cuba desde hace más   50 años y que se excarcele ya a los luchadores antiterroristas cubanos presos en   cárceles norteamericanas desde hace 15 años.
Más   de cien resoluciones fueron aprobadas por el pleno de la Cumbre. Pero el hito   más grande de este encuentro fue el haber abordado en unidad plena la   solidaridad y apoyo al ataque que sufrió el presidente de Bolivia por parte de   cuatro países europeos y Estados Unidos. Cabe resaltar que en tiempo   neoliberales un acto así no hubiese conllevado a ninguna respuesta conjunta. En   tiempos neoliberales el mundo se regía entre amos y esclavos. Es por eso que la   frase de Rafael Correa: "Vivimos un cambio de época" es más pertinente que   nunca.
No   ocurrió una revolución, como lo escribió John Reed en los "Diez días que   estremecieron al mundo", pero la agenda política mundial se centró durante un   mes en que la impunidad del poder norteamericano tiene un dique de contención y   ese dique digno es América latina, sus pueblos, algunos de sus   gobiernos.
La   respuesta fue contundente durante estos 30 días que indignaron al   mundo.
Bolivia.   Cochabamba, 06/08/2013
- Mariano Vázquez es periodista   argentino.   
  Le remite este correo, Félix Adargoma. Las Palmas de Gran Canaria.


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