Huelga de Honda: ¿ El principio del fin?
Por Daniel Barrios (*)
Sin duda la Exposición Universal, la más grandiosa jamás antes organizada, es el ejemplo más emblemático de que China es hoy uno de los principales centros del mundo; como lo fuera hace más de 600 años, cuando reyes, embajadores plenipotenciarios de Asia, Arabia, África y del Océano Indico competían quien le rendía más honores y tributos al emperador Zhu Di, "el hijo del cielo", el primero de la Dinastía Ming.
Una procesión interminable de jefes de estado y de gobierno, ministros de comercio y relaciones exteriores, cientos de delegaciones empresariales, llegan a Shangai, como lo hicieran a Beijing el 2 de febrero de 1421, los principales mandatarios del mundo que, atravesando mares y océanos, querían ser testigos de la inauguración de la majestuosa y misteriosa Ciudad Prohibida, como nueva capital del imperio.
Un convidado de piedra
Sin embargo no tanto por inesperado si no por indeseado, un hecho que comenzó siendo una noticia de crónica, amenaza con opacar el brillo de la Expo.
En efecto, la huelga de los trabajadores de Honda (una de las más prolongadas que se recuerde en una empresa extranjera) se ha instalado como uno de los grandes temas que ocuparán la atención del gobierno y del partido comunista en el próximo periodo.
La cautela y la reserva a que nos tiene acostumbrada la República Popular para tratar asuntos políticos y sociales particularmente áridos, no impidió que los medios de comunicación lo reflejaran en sus noticias y editoriales.
Más allá de la solución del conflicto, alcanzada en los primeros días de junio, el mismo amenaza con ser la punta de un iceberg cuya dimensión es hoy difícil de estimar.
Durante más de 20 días los 1900 trabajadores de la planta de auto partes de Honda de la ciudad de Foshan, en la sureña provincia de Guangdong paralizaron sus actividades reivindicando un aumento de 25% de sus salarios.
Honda es la segunda fabrica japonesa de automóviles y en China, su principal mercado, vende 390.000 unidades por año, lo que representa 17 % de sus ventas totales.
La protesta comenzó el mismo día que la empresa nipona anunciara una ampliación de sus instalaciones en China que la llevaría a producir 650.000 vehículos anuales a partir del segundo semestre del 2012.
Con casi 14 millones de autos vendidos en 2009 China representa hoy el principal mercado automotriz del mundo.
Los trabajadores de Honda entraron en huelga "como último recurso para negociar con la empresa una mejora de sus condiciones de trabajo" dijo Chang Kai, director del instituto de relaciones laborales de la Universidad Renmim.
Una investigación recientemente publicada por el departamento de comercio de la provincia de Hunan da cuenta que en las regiones centrales de China un obrero recibe un salario promedio de 180 dólares mensuales con una carga de trabajo de 60 horas semanales.
La participación de los salarios en el porcentaje del PIB de China se ha visto notoriamente disminuida desde 1983, afirmó Zhang Jianguo, un dirigente de la Asociación Nacional de Federaciones Obreras.
Es por todos reconocido que uno de los pilares que sustentan la competitividad del Made in China ha sido la abundancia de mano de obra barata que en tres décadas llevaron a China al primer lugar entre los países exportadores y la convirtieron en la tercera economía del mundo (y la segunda si su PIB se mide en términos de paridad de poder de compra).
Honda es una más de las millones de empresas que atraídas por la mano de obra barata han elegido China como destino principal de sus inversiones. Si una parte sustantiva de los cimientos comienza a resquebrajarse, es inevitable que el edificio en que se apoya pueda desmoronarse.
"Japón comienza a entender que los tiempos del trabajo barato en China se están terminando, y las compañías deberían comenzar a revisar sus decisiones de invertir en China" declaro a la prensa local, Tomoo Marukawa, un especialista en economía China de la Universidad de Tokio, al comentar la movilización sindical.
La huelga que le costo a Honda 3.000 autos por día "esta abriendo una nueva fase en las relaciones laborales en China" dijo Lee Chang , un especialista de relaciones laborales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Alarma huelga
Paros y movilizaciones obreras se han incrementado en las ultimas semanas en las provincias de Yunnan, Henan, Gansu, Shandong y Jiangsu.
El gobierno constata con preocupación que jóvenes trabajadores, particularmente los que emigran del campo a la ciudad, están cada vez más concientes de su poder contractual a la hora de reivindicar mejores salarios y condiciones de trabajo.
Según el semanario oficialista Outlook Weekly los conflictos laborales en cifras anualizadas, aumentaron 160% en la costera provincia de Zhejiang.
Aunque admite la falta de datos oficiales, el último informe de la OIT en China constata también un incremento sustancial de conflictos entre obreros y empresarios.
"Estamos llegando al final del modelo chino de fábrica planetaria" afirma Pan Yi, profesor de ciencias sociales de la Universidad de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Hong Kong.
El aumento del costo de la mano de obra, resultado de los conflictos sindicales, se ve reforzado por una escasez de oferta de trabajo en las grandes ciudades industriales y según una opinión cada vez más aceptada, es el enorme "ejercito industrial de reserva "generado por el continuo y masivo flujo migratorio del campo la ciudad lo que todavía permite mantener los salarios a niveles todavía "competitivos".
El fantasma del "Efecto Lewis"
La pregunta que todos se hacen es hasta cuando esta sobreoferta de mano de obra campesina "barata" será suficiente para frenar los aumentos salariales, en otras palabras, que ocurrirá el día que esta inmigración se agote, o su intensidad comience a mermar considerablemente. Dicho en términos más académicos pero no menos preocupados, que pasará con la economía china si se llegara a verificar el "efecto Lewis".
Sir Arthur Lewis, economista británico nacido en la isla caribeña de Santa Lucia, - y primer hombre de color a ganar en 1979 un premio Nobel que no fuese el de la paz - en un celebre articulo publicado en 1954, "Desarrollo económico en una Oferta ilimitada de trabajo" explicaba las primeras fases de crecimiento de las economías en desarrollo por la abundancia (casi ilimitada en los primeros estadios de desarrollo) de mano de obra campesina que permitía mantener los salarios a bajos niveles.
No obstante, llegada una determinada fase, esa ventaja competitiva tendía a desaparecer y según el laureado economista, se verificarla un inevitable aumento de los niveles de remuneraciones, el conocido "efecto o punto Lewis".
Según destacados miembros del equipo económico del gobierno el "efecto Lewis" ya comienza a manifestarse y la República Popular debería buscar "nuevos motores para su crecimiento económico".
"Las empresas extranjeras enfrentan un doble desafió: un estrechamiento del mercado global y un incremento de sus costos en China" comenta Sun Lijian, profesor del Centro de Estudios Económicos de la Universidad de Fudan. "Si el costo de la mano de obra continúa a crecer, podrían retirarse de China".
Aun reconociendo que seria suicida para su economía - en esta etapa de globalización y la persistencia de la crisis mundial-, renunciar hoy a la ventaja que significa la abundancia de mano de obra, el gobierno está decidido a hacer todo lo posible para reducir la importante brecha tecnológica que lo separa de Estados Unidos y estimular las inversiones extranjeras más intensivas en capital y alta tecnología y menos en trabajo.
Beijing precisa ganar tiempo para reemplazar lo que era la ventaja del bajo costo de la mano de obra, por un aumento sustancial de la productividad del trabajo.
Incluso antes de este estallido de huelgas, fabricantes e importadores de productos baratos ya comenzaron a instalar sus fábricas y a comprar sus productos en países como Vietnam y Camboya.
Se manifiestan claros indicios que el tiempo de los empresarios no es el mismo que precisa China para completar su proceso de reconversión industrial. Dependerá de la velocidad de ese proceso de transformaciones o de la paciencia de los inversores buena parte del futuro de la economía China y del mundo.
Post scriptum.
Poco antes de enviar este articulo, el "Diario del Pueblo" órgano oficial del Partido Comunista, con tiraje de casi 5 millones de ejemplares, titula en su edición digital que Foxconn --800 mil empleados y la mas grande contratista de productos electrónicos del mundo--, aceptó un aumento del 66 por ciento de los sueldos de los trabajadores de una de sus plantas en la ciudad de Shenzen.
La empresa, de capital taiwanés, produce computadoras, video juegos y teléfonos celulares para Hewlett-Packard, Sony, Nokia y Apple.
Este conflicto había suscitado la preocupación del gobierno y la atención de los medios de prensa, no tanto por la importancia de la empresa o el numero de empleados involucrados, sino por el suicidio de 10 trabajadores agobiados por las condiciones de trabajo a que eran sometidos
*Daniel Barrios es Director General DEVNET, una ONG internacional sin fines de lucro, que cuenta con estatuto consultivo categoría 1 concedido por el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas (ECOSOC, por su sigla en inglés). Enviado especial a China de Caras y Caretas.Autor del libro "China Breeds a New Era. 365 Days that Changed the World" publicado en mandarín e inglés.
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Germán R
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