4 de octubre de 2008 (LPAC).—
De julio de 2007 a la fecha, durante la desintegración financiera global, aumentó en 75 millones el número de seres humanos "con desnutrición seria" —en peligro de morir de hambre— mientras que las promesas de ayuda de la Cumbre sobre la Crisis de Alimentos de Roma en el 2008 siguen sin cumplirse por cubrir los rescates bancarios, y los agricultores se ven forzados a reducir sus siembras debido a los costos impagables de los fertilizantes y otros insumos.
Esto informa la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Washington Post de hoy lo cubre como noticia de primera plana.
En lo álgido de la especulación con bienes básicos por parte de los bancos y los fondos compensatorios tratando de salirse de las burbujas especulativas que revientan, desde el otoño pasado hasta esta primavera, los costos en las importaciones de alimentos para las naciones del mundo se elevaron un 29% en promedio para todos los alimentos.
El costo de los fertilizantes a nivel mundial se elevaron mucho más que eso, y estallaron disturbios en la medida en que poblaciones de clase media y pobre se enfrentaron con "hambrunas por los precios".
Ahora la FAO dice que de los $12,500 millones, prometidos en la cumbre de Roma, en ayuda para alimentos e inversiones agrícolas para apoyar la producción y el consumo de alimentos, solo se han desembolsado mil millones; y muchos gobiernos están diciendo que no pueden proporcionar la ayuda que prometieron debido al colapso financiero y los rescates de sus bancos!
Aunque los precios de los bienes agrícolas han caido de la primavera para acá, esto no lo convierte en una "recuperación" de los alimentos.
De hecho, los agricultores en muchos paises, que están pagando de 3 a 5 veces más por los fertilizantes que lo que pagaban hace un año, y están siendo presionados, por los nuevos desplomes en los precios de los básicos, a hacer recortes en sus siembras y la comercialización de sus cosechas.
Esto puede hacer que empeore aún más la escasez de alimentos, en comparación con el consujmo, intensificando aún más la desnutrición.
Sin un nuevo orden monetario tipo Bretton Woods que congele las obligaciones de deudas impagables, estabilice las monedas, los precios de los bienes y facilite grandes proyectos de infraestructura, las perdidas forzadas en la agricultura van a arrastrar el consumo de alimentos hacia condiciones de una nueva Era de Tinieblas.
Cordialmente,
Germán G. Rodríguez Valencia
Investigador Social y ensayista
Gerente de CONSOLIDE S.A.
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