HECATOMBE ECOLÓGICA (CONT…)
Tales mega-eventos de desbordadas dimensiones que han rebosado la capacidad de respuesta de las instituciones públicas nacionales e internacionales; y, lo que es aún más grave, de la estructura económica especializada adoptada y desarrollada en la última centuria para mitigar su impacto y/o prevenirle; como lo es en Colombia la red de gigantescos embalses o, represas o, Hidroeléctricas; los cuales ante la super -gigante ola invernal se han colmado hasta niveles de almacenamiento nunca antes conocidos – del 93 al 98 por ciento! – que los han puesto en el inminente riesgo impredecible no sólo de rebosarse sino de 'reventar´ o, literalmente 'estallar' en mil pedazos, liberando de un sopetón miles de millones de metros cúbicos de agua que transformados en avalanchas arrasarían con centenares de poblaciones ribereñas, sembrando muerte destrucción para millones y millones de seres que se encuentran a su paso habitando dichas hidrocuencas.
Por supuesto, que tampoco están dando espera a que al ´neonato´ Congreso de los Pueblos se le cure el ombligo, crezca, tome consciencia de la inminente debacle que amenaza con arrasar su entorno – amplias regiones de Colombia - y definitivamente madure para asumir efectivamente y regir con pulso firme y rumbo cierto los derroteros de la Sociedad Contemporánea en medio de este caos de dimensiones verdaderamente apocalípticas que afecta en mayores proporciones precisamente a los grupos más vulnerables de los sectores populares del campo y las ciudades, objetivo central y principal razón de ser del Congreso de los Pueblos.
Y, mucho menos, dan espera tales extraordinarios acontecimientos, a que la veleidosa 'Comisión Política Central' del Congreso de los Pueblos se prepare y se organice para asumir el rol que le compete en medio de tan grave situación que asola ya a millones de nuestros compatriotas en las numerosas zonas afectadas del país.
Desafortunadamente, enredada ya muy tempranamente en las mismas viejas y torticeras prácticas politiqueras de la fundamentalista ultraizquierda tradicional, de que hicieron gala reducidísimos sectores recalcitrantes de la misma en el pasado encuentro nacional en la ADE SUR en Bogotá, sólo para boicotear y sabotear, a como diera lugar y contra el querer mismo y del consenso democrático de amplios sectores mayoritarios del Congreso que hacen presencia en el mismo, la creación de la indispensabilísima ´Comisión Económica' del Congreso de los Pueblos, para asumir con toda propiedad la tarea de organizar en forma económica, empresarial, moderna y solidaria a nuestras miles y miles de organizaciones sociales, cívicas, populares, comunitarias y de los usuarios de los servicios públicos esenciales para enfrentar con acierto la nueva tragedia que se suma a las que han colmado a Colombia en los últimos lustros.
Para tener éxito en su boicot, no dudaron los extremistas en convertir el último segmento de tan magno evento nacional en una simple y vulgar 'gallera' para oponerse a grito herido a la mencionada creación de la Comisión Económica', en forma altanera y altisonante, por parte de un grupúsculo o puñado, no mayor de siete individuos participantes en dicho evento.
Por lo que se hace necesario corregir tamaños desaciertos y asumir con grandeza y un grado superior de Solidaridad – ya no entre individuos-egoístas, sino entre organizaciones cívicas, sociales, comunitarias y de usuarios de los servicios públicos esenciales verdaderamente solidarias, con sus propios y naturales líderes que tengan como patrimonio con una conciencia social y política muy por encima de los ya muy conocidos intereses – que en los presentes graves momentos, ya enormemente críticos de por sí, resultan miopes y en extremo limitados - de las facciones políticas que se han dado cita para controlar el Congreso; imitando con tan inconsecuente proceder el mismo vetusto e injusto régimen feudal aún imperante en nuestras sociedades desde la Conquista y la Colonia, con sus respectivas cuotas de poder en el CONGRESO DE LOS PUEBLOS dizque para propugnar por una verdadera y definitiva independencia con un nuevo Orden Económico y Social Justo, Democrático y Solidario.
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Germán R
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